
Nuestra Audición
La audición es calidad de vida
La audición es un elemento clave en el mundo de la comunicación actual. Todo el mundo puede experimentar una reducción en la audición debido a diferentes factores.
¿Alguna vez ha tenido dificultad para entender a las personas en ciertas situaciones?
La sección para el consumidor le ayuda a aprender más sobre la audición y las pérdidas auditivas.
Sobre la Audición
En esta sección echaremos un vistazo a los oídos saludables y también a las causas y los síntomas de las pérdidas auditivas.
El oído humano es un sistema de análisis de sonidos extraordinariamente complejo, que es capaz de percibir sonidos en una gama muy amplia de intensidades y frecuencias. Esta sección explica la anatomía del oído y como este funciona.
El oído es bastante más complicado de lo que suele suponerse. La parte externa del oído que nosotros vemos es solamente el colector de sonido.
La mayoría de la anatomía auditiva está oculta a nuestra vista. El oído consta de tres partes: el oído externo, el oído medio y el oído interno. El oído externo capta los sonidos. Las vibraciones sonoras se transmiten a través del conducto auditivo (del oído externo) al tímpano, haciéndolo vibrar.
El tímpano está conectado a una cadena de tres huesecillos (en el oído medio). El oído medio intensifica la energía de las vibraciones sonoras y las transmite a la cóclea (oído interno).
Las vibraciones sonoras que entran a la cóclea, un caracol relleno de un líquido denso, producen una onda, que viaja a través de la cóclea. Esta onda hace vibrar la membrana basilar, en la cual se encuentran miles de células minúsculas, llamadas células ciliadas, que registran las diferentes frecuencias sonoras.
Las células ciliadas, que están conectadas a las fibras del nervio auditivo, producen señales electroquímicas que son transmitidas a través del nervio auditivo hasta el cerebro, donde se reconocen como sonidos.
La pérdida auditiva puede ser el resultado de muchos factores como pueden ser genéticos, por exponer al oído a situaciones de riesgo, o costumbres repetitivas que pueden dañar la audición.
Algunos tipos de disminución auditiva son temporarios y otros son permanentes.
La mayoría de los problemas de audición ocurren tan gradualmente que puede llevar un largo tiempo antes de que una persona se dé cuenta que no está escuchando apropiadamente.
Síntomas de pérdida auditivas:
- Darse cuenta que, con mayor frecuencia, le tiene que pedir a las personas que repitan lo que dijeron especialmente si hay ruido ambiental.
- Necesitar aumentar el volumen de la televisión o radio.
- Sentir que todos están murmurando o que ciertas voces como la de niños o mujeres son más difíciles de entender.
- Esforzarse para escuchar las conversaciones y cansarse del esfuerzo que se necesita para oír.
- Evitar situaciones sociales y perder el interés en actividades que anteriormente disfrutaba.
Es causada por algún problema el en oído externo o medio que interfiere con la transmisión de vibraciones sonoras. La pérdida conductiva puede haber sido causada por una gran cantidad de cerumen, infecciones o crecimientos de tejido en el oído externo, perforaciones el en tímpano, una enfermedad llamada otoesclerosis (los huesecillos se tornan fijos y no puedan vibrar) o factores genéticos, entre otros. Este tipo de pérdida a menudo puede ser corregida o mejorada mediante intervención médica, pero cuando esto no es posible, los audífonos logran ayudar a la personas.
A. Cerumen
El cerumen (cebo) es una secreción color amarilla o marrón. Es producida por las glándulas en el canal del oído externo. La función normal del cerumen es de proteger la piel del oído manteniéndola suave y húmeda. El cerumen también evita la entrada de insectos u otros objetos extraños. El cerumen tiene una tendencia natural de migración hacia fuera del canal y, con una higiene aural adecuada, rara vez interfiere con la audición. Ocasionalmente, pueden haber acumulaciones excesivas de cerumen, lo que puede resultar en una pérdida conductiva leve, tinitus o incluso mareos, sin embargo todos estos síntomas desaparecen al retirar el cerumen. Para retirar esta acumulación de cerumen primero se colocan unas gotas especiales, a modo de suavizarlo y luego se irriga el canal para retirarlo.
B. Infecciones
Las infecciones son una causa común de los desórdenes del oído externo y medio y en algunos casos, pueden resultar en pérdidas auditivas significantes. Infecciones de bacteria en la parte externa del oído y la caja timpánica son comunes, fáciles de tratar y tienen escasas consecuencias para nuestra audición. Las infecciones del oído medio también son bastante comunes. A pesar de ser tratables, las infecciones crónicas del oído medio pueden tener un impacto a largo plazo de las capacidades auditivas.
C. Otosclerosis
La otosclerosis es una enfermedad bastante común caracterizada por un crecimiento excesivo de material óseo alrededor del estribo y la ventana oval (fenestra vestibuli) en el oído medio. Gradualmente, el estribo se torna fijo dentro de la ventana oval resultando en una pérdida auditiva. Es más frecuente que se les diagnostique esta enfermedad a las mujeres y el comienzo a menudo se remonta al embarazo. La otosclerosis es frecuentemente hereditaria y, en el 80% de los casos, afecta ambos oídos. A menudo puede ser corregido quirúrgicamente o aliviado mediante el uso de audífonos.
2. Pérdida Auditiva Neurosensorial
La pérdida auditiva neurosensorial es el término que se usa para describir problemas en el oído interno, el nervio auditivo o ambos (a menudo llamado sordera de nervio). Este tipo de pérdida auditiva es comúnmente causada por el deterioro de las células ciliadas en la cóclea debido al envejecimiento y/o exposición a sonidos fuertes. Sin embargo, también puede haber sido causada por lesiones en la cabeza, defectos de nacimiento, enfermedades, tumores o ciertos tipos de medicamentos fuertes. El noventa por ciento de todas las pérdidas auditivas son neurosensoriales. Este tipo de problema auditivo raramente puede ser ayudado por la medicina, pero, afortunadamente, los instrumentos auditivos sí pueden ser de ayuda.
A. Pérdida auditiva inducida por la edad
El tipo más común de lesiones en el oído interno se llama presbiacusia, o pérdida auditiva inducida por la edad. La presbiacusia se debe a un deterioro gradual de las células ciliadas que progresa en todos lo adultos debido a la edad. El grado de pérdida de las células es individual. Algunas personas experimentan una pérdida significativa de estas células sensoriales cuando llegan a la edad de unos cincuenta años, otras sólo tienen una pérdida insignificante a los ochenta. Los problemas auditivos asociados con la presbiacusia pueden reducirse significativamente con el uso de audífonos.
B. Las infecciones
Las infecciones bacterianas como la del recubrimiento del cerebro, o meningitis, pueden afectar el laberinto de la cóclea y resultar en pérdidas neurosensoriales severas. Infecciones virales entre otras, que conduzcan a sarampión, paperas, cytomegalovirus y la sífilis pueden resultar en pérdidas auditivas neurosensoriales sustanciales y permanentes.
3. Pérdida Auditiva Mixta
La pérdida auditiva mixta es el tercer tipo de pérdida auditiva y es una combinación de problemas conductivos y neurosensoriales.
- Pérdida auditiva neurosensorial
- Pérdida auditiva de conducción
Los Tipos de pérdidas auditivas son muy personales. De la misma manera que no usaría los mismos lentes de otra persona, no debería usar los mismos audífonos que otra persona. Es importante que el audífono haya sido “adaptado” específicamente para su pérdida auditiva y sus necesidades.
Su profesional de la audición comprobará su audición colocándole auriculares sobre (o dentro) de sus oídos y le hará sonar una serie de tonos. Le pedirá que indique cuando escucha cada tono. El nivel más suave que es capaz de escuchar en cada frecuencia será registrado en un gráfico denominado audiograma que brinda una “imagen” de su capacidad de escuchar. Esta presentación brinda importante información sobre los tipos de problemas que puede tener y cuáles podrían ser las soluciones que más le sirvan.